miércoles, 17 de junio de 2015



Módulo 3: Cómo motivar a mis estudiantes   

El tema es la relación entre la emoción y el aprendizaje. La dimensión afectiva, tanto interior (motivación, ansiedad, autoestima, etc.) como las de relación alumno-alumno, profesor-alumno, es imprescindible para adquisición de conocimiento. La falta de motivación por parte de los estudiantes es un problema común, pero tenemos que usar todas las estrategias y recurso posibles para resolverlo. En el aula, es necesario crear ambientes, situaciones y propuestas de actividades didácticas que sigan una secuencia lógica y que posibiliten que los estudiantes sientan que son capaces de aprender. Eso seguramente les dará una sensación de confianza y mejorará su desempeño.
Hay muchas razones para que los alumnos no estén motivados, pero elegí tres que pienso formar parte de la realidad de gran parte de los profesores que trabajan en institutos: 
- comparan las asignaturas y creen que estudiar español no es importante;
- no ven en qué la lengua española les servirá, no les resulta práctica;
- son tímidos.
Posibles soluciones:
Cabe al profesor trabajar con mucha seriedad para valorar la asignatura que imparte (aunque los alumnos seguirán pensando que tiene poca importancia), sugiriendo actividades interesantes  y dinámicas siempre que posible. Intentar convencerles de que aprender la lengua española puede ser un factor decisivo en los exámenes para ingresar a una universidad.  Y trabajar el compañerismo entre profesor-alumno y entre los alumnos para que no tengan vergüenza de realizar actividades a veces muy sencillas, como por ejemplo, leer en voz alta. Es importante también que los alumnos comprendan que son capaces de realizar las actividades propuestas.
Por mi experiencia con estudiantes de diferentes edades, niveles de conocimiento y de diferentes institutos, entiendo que nosotros, profesores, podemos ayudar nuestros estudiantes inseguros a mejorar su autoestima, no cobrándoles más de lo que pueden ofrecernos, elogiando cada intento y cada éxito, enfatizando que el error forma parte del proceso de aprendizaje.
ActividadLos falsos cognados
Como actividad para motivar a mis alumnos, presenté una que desarrollé con chicos de 8º grado, una actividad muy interesante y que involucró gran parte de la comunidad escolar. La timidez de los alumnos no se manifestó en ningún momento.
El tema, “los falsos cognados”, ya les resulta interesante porque el significado de muchos falsos amigos, en portugués,  les hace reír.
La propuesta: cada grupo debería elegir tres falsos cognados, elaborar una frase con cada uno y escribirlas en carteles, que fueron dispuestos en los pasillos del colegio. Para cada frase había una ilustración para contextualizar.
El objetivo: desafiar los otros estudiantes a leer las frases, descubrir el significado de cada falso cognado - destacado en cada frase-,  y escribirlo - en cada cartel había espacio para el registro del significado y la identificación de cinco estudiantes distintos. Habría premio para el primer alumno que descubriera el significado de cada frase y lo escribiera correctamente en el cartel.
Resultado: Pensamos inicialmente que solo los estudiantes de 6º, 7º y 9º grados participarían, pero el éxito fue enorme, pues además de los chicos de bachillerato, los de Educación básica también entraron en el juego. Así, mis alumnos elaboraron más frases especialmente para los niños de 1º al 5º grado. Lo más interesante es que en mi colegio la enseñanza de la lengua española comienza en el 6º grado.

Producto final: Mis alumnos se sintieron tan importantes con esa actividad que despertó la curiosidad y participación de todos, que quisieron crear un “Álbum ilustrado de falsos amigos”. Lo creamos, fue totalmente ilustrado por los estudiantes, lo imprimimos en el colegio y dejamos algunos volúmenes en la biblioteca.

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